La Perla Negra
05/06/2013
Ahora si, dejo atrás Senegal.
El cruce de fronteras dentro del Peugeot junto a otras nueve personas dentro y múltiples bultos en el portaequipajes del techo con cuatro personas más es tranquilo y sin sobresaltos. Al compartir la misma moneda no existen canvistas ni trileros con mala intención, además, los policias y militares de la aduana hacen su trabajo con sorprendente profesionalidad, no me piden regalos ni impuestos revolucionarios.
Y entro en Guinea Bissau, un país muy pobre, si no el más pobre del África Occidental deberia de ser el segundo.
Un país con un pasado manchado de sangre. Empezando con la guerra de la independencia de los seguidores de Amílcar Cabral -el héroe nacional- contra los portugueses colonizadores, que duró 11 años; siguiendo con numerosos golpes de estado -casi en cada ocasión, después de las elecciones democrátricas, le sigue un levantamiento militar-, de primeros ministros que asesinan a presidentes de República, presidentes de República que asesinan a primeros ministros, los gobernantes siempre tienen las manos sucias por la corrupción y el tráfico de cocaïna, esta llega impunemente de algun país latino-americano y sale impunemente dirección a Portugal o España; de dictaduras militares y un largo y tristísimo etcétera.
Actualmente esta gobernado por un gobierno de transición que dió el último golpe de estado, unos títeres analfabetos utilizados por los militares, también analfabetos. Estos últimos dictan a los gobernantes lo que deben hacer, si no lo cumplen, se quedan sin trabajo.
Tantos unos como los otros sólo piensan en comer el dinero que llega financiado por instituciones y gobiernos extrangeros, o de contratos suicida con los mismos, compinchandose y repartiendose las ganancias.
El tema de la droga también es preocupante, a veces -demasiadas-, aparecen fardos o piedras de coca a orillas del mar o del rio, las gentes humildes y los niños creen que se trata de sal, o patatas, que utilizan para cocinar y son ingeridos con resultado fatal. La droga da dinero y si una cosa escasea aquí, es esto, así que muchos empiezan a vender, mal guardando la mercancia al alcance de cualquiera, también con final fatal. Y propagando entre la pobre población la esclavitud y muerte lenta que la droga provoca. El control por el tráfico internacional origina rivalidades políticas, la oposición no quiere el poder para solventar los problemas existentes en el país y mejorar la calidad de vida, eso que importa, solo quiere poder, que claro, da dinero. Estos conflictos no se solucionan en el congreso, sino disparando armas. Financiadas por quién? Ya lo sabeís.
En el presente el país se encuentra en un estado lamentable y será peor a corto plazo. Las pocas industrias y turismo que durante algunos tiempos pasados de bonanza dabn trabajo y explotaban los muchos recursos de este hermoso país, ahora se encuentran cerradas y en estado de demolición.
-Y nadie hace nada?
-No tengo ni idea!- lo cual debe significar que no mucho.
- Pero la ONU, o algún país extrangero, es que no lo ven?
Desde un punto de vista estrictamente político se puede entender que no hagan nada. Es decir, a la vista de lo que hace el gobierno de este país los gobiernos foráneos han cerrado el grifo y las relaciones diplomáticas, cansados de ver desaparecer su dinero -el de sus contribuyentes- sin obtener ningún resultado, ni observar ningna mejora; bueno, si, el cochazo nuevo del hermano del ministro en cuestión.
Por tanto se puede entender su mosqueo.
Pero, yo me pregunto, es que esto no es más motivo aún para hacer algo? Quién está sufriendo realmente, abandonado por culpa de la política a las sucias manos de los políticos que hacen absolutamente lo que les pasa por el escroto? No es eso dar impunidad a la corrupción?
Pero, con todo esto, la gente hace lo que puede, día a día, valiendose de esta capacidad africana -o humana- para no derrumbarse y seguir adelante, dejando de lado los circos políticos. Así, los hombres salen cada mañana de sus casas para trapichear con lo que puedan y llevar los 650 FCFA q su mujer para que compre comida para la familia numerosa.
Guiena Bissau es un hermoso país, totalmente vírgen, islas y playas bonitas, muchos recursos naturales, buen clima y con una población inferior a los 2 millones de habitantes -las cifras de población africanas son muy relativas, la población no esta censada, y no abundan los DNI o partidas de nacimiento-, que se reparten en una cuarentena de etnias diferentes, en su mayoria cristianas, en la práctica, animistas.
Pasada la frontera me sinto en algun lugar como de costumbre y abro mi mapa, el primer nombre que veo sobre la costa es Varela, parece un lugar isolado, según el mapa la carretera no esta en buenas condiciones -y resulta ser verdad, 56 Km en 3h 30min, además, aunque este dentro de Guinea Bissau, està a unos pocos kilómetros de Cap Skirring, la zona más turística de Senegal, que descarté visitar debido a una alergia que padezco a este tipo de parques temáticos, y me digo que Varela será igual o más hermoso que eso.
Quedé tan maravillado con este lugar que pasó un mes sin enterarme, en casa de mi hermano Alfu que junto con su familia y amigos me prestan una infinita atención.
Playas de paraíso, aldeas vecinas con tradiciones y ceremonias sobrecogedoras, pescado exquisito y mucha tranquilidad. Conocí a reyes de la etnia Diola en diferentes eventos que aún hoy tienen poder sobre sus regiones y habitantes, estas regiones están cartografiadas, para ellos, todavía de la epoca pre-colonial. Fascinante.
Esta tranquilidad de casas de paja y ausencia de luz -problema generalizado en todo el país y en todo el Oeste de África en general- solo se vé amenazada una vez al año, por la fiesta del primero de Mayo. Por estas fechas llegan a la comunidad de trescientos habitantes unas cinco mil personas, con cabras, gallinas, bebidas de todo tipo, generadores, equipos de música y montán un campamento en la playa, con restaurantes, bares, tiendas, casitas, transformando la tranquila playa en una bacanal, una algarabía que riete de las Raves y otros festivales sintéticos, sin ningún tipo de control ni organización, con este desbarajuste africano imperando en cadarincón. Fueron unos días de locura que pensandolo todavía me parece increible.
También pude constatar lo que dicen los propios guineanos, que lo que manda en este país es la fiesta. Al ser ex-colonia portuguesa sienten una gran afección por Brasil, y adoptan sus tradiciones, modas y en cierto modo, su cultura, pero exagerado, a la manera africana. Así, siempre se montan fiestas y cualquier excusa es buena para beber -vinho de cajú si tienes poco, cerveza y licores si tienes bastante- y bailar.
Como ellos lo definen, es un país de brincadeira.
Pues bien, este es mi primer mes en este hermoso país, con hermosa gente, del que estoy profundamente enamorado.
Ahora si, dejo atrás Senegal.
El cruce de fronteras dentro del Peugeot junto a otras nueve personas dentro y múltiples bultos en el portaequipajes del techo con cuatro personas más es tranquilo y sin sobresaltos. Al compartir la misma moneda no existen canvistas ni trileros con mala intención, además, los policias y militares de la aduana hacen su trabajo con sorprendente profesionalidad, no me piden regalos ni impuestos revolucionarios.
Y entro en Guinea Bissau, un país muy pobre, si no el más pobre del África Occidental deberia de ser el segundo.
Un país con un pasado manchado de sangre. Empezando con la guerra de la independencia de los seguidores de Amílcar Cabral -el héroe nacional- contra los portugueses colonizadores, que duró 11 años; siguiendo con numerosos golpes de estado -casi en cada ocasión, después de las elecciones democrátricas, le sigue un levantamiento militar-, de primeros ministros que asesinan a presidentes de República, presidentes de República que asesinan a primeros ministros, los gobernantes siempre tienen las manos sucias por la corrupción y el tráfico de cocaïna, esta llega impunemente de algun país latino-americano y sale impunemente dirección a Portugal o España; de dictaduras militares y un largo y tristísimo etcétera.
Actualmente esta gobernado por un gobierno de transición que dió el último golpe de estado, unos títeres analfabetos utilizados por los militares, también analfabetos. Estos últimos dictan a los gobernantes lo que deben hacer, si no lo cumplen, se quedan sin trabajo.
Tantos unos como los otros sólo piensan en comer el dinero que llega financiado por instituciones y gobiernos extrangeros, o de contratos suicida con los mismos, compinchandose y repartiendose las ganancias.
El tema de la droga también es preocupante, a veces -demasiadas-, aparecen fardos o piedras de coca a orillas del mar o del rio, las gentes humildes y los niños creen que se trata de sal, o patatas, que utilizan para cocinar y son ingeridos con resultado fatal. La droga da dinero y si una cosa escasea aquí, es esto, así que muchos empiezan a vender, mal guardando la mercancia al alcance de cualquiera, también con final fatal. Y propagando entre la pobre población la esclavitud y muerte lenta que la droga provoca. El control por el tráfico internacional origina rivalidades políticas, la oposición no quiere el poder para solventar los problemas existentes en el país y mejorar la calidad de vida, eso que importa, solo quiere poder, que claro, da dinero. Estos conflictos no se solucionan en el congreso, sino disparando armas. Financiadas por quién? Ya lo sabeís.
En el presente el país se encuentra en un estado lamentable y será peor a corto plazo. Las pocas industrias y turismo que durante algunos tiempos pasados de bonanza dabn trabajo y explotaban los muchos recursos de este hermoso país, ahora se encuentran cerradas y en estado de demolición.
-Y nadie hace nada?
-No tengo ni idea!- lo cual debe significar que no mucho.
- Pero la ONU, o algún país extrangero, es que no lo ven?
Desde un punto de vista estrictamente político se puede entender que no hagan nada. Es decir, a la vista de lo que hace el gobierno de este país los gobiernos foráneos han cerrado el grifo y las relaciones diplomáticas, cansados de ver desaparecer su dinero -el de sus contribuyentes- sin obtener ningún resultado, ni observar ningna mejora; bueno, si, el cochazo nuevo del hermano del ministro en cuestión.
Por tanto se puede entender su mosqueo.
Pero, yo me pregunto, es que esto no es más motivo aún para hacer algo? Quién está sufriendo realmente, abandonado por culpa de la política a las sucias manos de los políticos que hacen absolutamente lo que les pasa por el escroto? No es eso dar impunidad a la corrupción?
Pero, con todo esto, la gente hace lo que puede, día a día, valiendose de esta capacidad africana -o humana- para no derrumbarse y seguir adelante, dejando de lado los circos políticos. Así, los hombres salen cada mañana de sus casas para trapichear con lo que puedan y llevar los 650 FCFA q su mujer para que compre comida para la familia numerosa.
Guiena Bissau es un hermoso país, totalmente vírgen, islas y playas bonitas, muchos recursos naturales, buen clima y con una población inferior a los 2 millones de habitantes -las cifras de población africanas son muy relativas, la población no esta censada, y no abundan los DNI o partidas de nacimiento-, que se reparten en una cuarentena de etnias diferentes, en su mayoria cristianas, en la práctica, animistas.
Pasada la frontera me sinto en algun lugar como de costumbre y abro mi mapa, el primer nombre que veo sobre la costa es Varela, parece un lugar isolado, según el mapa la carretera no esta en buenas condiciones -y resulta ser verdad, 56 Km en 3h 30min, además, aunque este dentro de Guinea Bissau, està a unos pocos kilómetros de Cap Skirring, la zona más turística de Senegal, que descarté visitar debido a una alergia que padezco a este tipo de parques temáticos, y me digo que Varela será igual o más hermoso que eso.
Quedé tan maravillado con este lugar que pasó un mes sin enterarme, en casa de mi hermano Alfu que junto con su familia y amigos me prestan una infinita atención.
Playas de paraíso, aldeas vecinas con tradiciones y ceremonias sobrecogedoras, pescado exquisito y mucha tranquilidad. Conocí a reyes de la etnia Diola en diferentes eventos que aún hoy tienen poder sobre sus regiones y habitantes, estas regiones están cartografiadas, para ellos, todavía de la epoca pre-colonial. Fascinante.
Esta tranquilidad de casas de paja y ausencia de luz -problema generalizado en todo el país y en todo el Oeste de África en general- solo se vé amenazada una vez al año, por la fiesta del primero de Mayo. Por estas fechas llegan a la comunidad de trescientos habitantes unas cinco mil personas, con cabras, gallinas, bebidas de todo tipo, generadores, equipos de música y montán un campamento en la playa, con restaurantes, bares, tiendas, casitas, transformando la tranquila playa en una bacanal, una algarabía que riete de las Raves y otros festivales sintéticos, sin ningún tipo de control ni organización, con este desbarajuste africano imperando en cadarincón. Fueron unos días de locura que pensandolo todavía me parece increible.
También pude constatar lo que dicen los propios guineanos, que lo que manda en este país es la fiesta. Al ser ex-colonia portuguesa sienten una gran afección por Brasil, y adoptan sus tradiciones, modas y en cierto modo, su cultura, pero exagerado, a la manera africana. Así, siempre se montan fiestas y cualquier excusa es buena para beber -vinho de cajú si tienes poco, cerveza y licores si tienes bastante- y bailar.
Como ellos lo definen, es un país de brincadeira.
Pues bien, este es mi primer mes en este hermoso país, con hermosa gente, del que estoy profundamente enamorado.
La danza de los guerreros Felupes
10/06/2013
Fue un dia soleado y caluroso, como siempre.
Cuando acabé la partida de damas y la última ronda de té me subí a una bicicleta prestada, bueno, lo que antes debia de haber sido una bicicleta, y me pongo en marcha con la intención de llegar a una aldea más pequeña, a unos cuatro kilómetros cruzando un espeso y bonito mato.
Una aldea de difícil acceso habitada por Djolas cristianos, o que es lo mismo, Felupes animistas; puede que la etnia más popular del noroeste del país, pero en el conjunto nacional una minoria comparado con los Balanta -mayoritarios y cristianos-, Pepel -cristianos-, Mandingas -musulmanes-, Mandjacos, Mansonkas, Peul -o Fulas-, etc. Diria, por lo que he ido viendo, que las etnias denominadas cristianas son, en realidad, de tendencia animista, la religión tradicional africana.
El recorrido es precioso, un bosque tropical muy frondoso, con hermosas palmeras cocoteras, los últimos baobabs majestuosos que aquí empiezan a hechar hojas, lo fromagers de raices gaudianas, lagartos gigantescos y camaleones multicolores, pajaros del trópico, serpientes tan bonitas como venenosas,...
Todo silencio y soledad, solo los chirridos de mis pedaleos señalan mi presencia a los macacos que desde las copas se sorprenden al ver un humano blanco y sudado haciendo malabares por no salirse del estrecho camino y pisar una mina antipersona, recuerdo de la guerra contra los rebeldes de la Casamance del año 2006.
Para no perderme sigo el sonido de tambores que vienen de las profundidades del bosque y que deduzco que provienen de la aldea en donde quiero llegar. En estas aldeas isoladas de paises sin electricidad ni cobertura celular los tambores se usan para comunicarse con las aldeas vecinas.
Son troncos huecos, de un metro de diámetro y unos tres o cuatro de largo con una piel de vaca o cordero atada en un extremo por fibras de hoja de palmera seca. Con un sonido muy grave para llegar a mayor distáncia.
Según el ritmo señalan a los vecinos, lejanos hasta más de cinco kilómetros, defunción, reunión, fiesta, ceremónia, incendio, etc.
Tum-tutum-tum..
A medida que me voy hacercando empiezo a distinguir el repicar de los tambores más pequeños.
A ritmo ternário y a esta velocidad solo puede significar una cosa, fiesta o ceremónia!!!
Me hacerco más y oigo como maracas -que suelen ser grandes frutos secos con semillas en su interior que dringan acompañando los o las bailarinas-, también oigo las voces agudas de las mujeres que al unísono responden a la grave de los hombres.
Amigos y amigas viajeros, te puede gustar la música africana, puedes haber visto decenas de documentales y te puedes emocionar.
Pero sólo cuando, y por obra del destino, llegas a una pequeña aldea perdida de algun confín africano y te encuentras con una veintena de guerreros jóvenes, con torso firme y desnudo, pintados, rodeados de las mujeres de la aldea, todos abilladas según la tradición, formando un rondo y bailando en formación alrededor del árbol sagrado donde se hacen los sacrificios a los espiritus de los antepasados, cantando melodias que te erizan la piel al ritmo esquizofrénico de múltiples tambores. Entonces, sonries a la Felicidad y bailas con la Libertad la danza de la Vida.
Unas sensaciones y vivencias que no dependen del dinero, más bien al contrario, y que estan sólo al alcance de quién lo quiere vivir.
Todos concentrados, esto no es broma, no es un concierto, no es arte efímero, es una ceremónia que se lleva haciendo desde hace centenares de generaciones y de la misma manera, con el mismo fin, bajo la mirada atenta de los ancianos y ancianas que la presiden.
Todo rezuma tradición, respeto, los ritmos y los cánticos salen de dentro, no són artistas que los tocan, son espíritus, es el uno con el todo. Todas las células forman un mismo espiritu, los que aquí nos encontramos estamos unidos en acto sagrado, nadie piensa, solo se baila, se canta y se tocan tambores, para dar coraje a nuestros guerreros que se van a enfrentar con sus lanzas i cuchillos a los enemigos de otra etnia o poblado.
Y aquí estoy yo, como una luciérnaga en medio de la noche cerrada, rodeado de niños y miradas curiosas, tanto o más curiosas cómo la mia hacia ellos.
Lo primero que hice al llegar fue ir al encuentro de un amigo de Alfu que se haria responsable de mí, y que por otra parte sería mi carta de invitación para asistir a un acto no apto para todo el mundo.
Esta ceremonia en cuestión es una jornada de lucha tradicional. Donde los reyes y sus guerreros de aldeas felupis vecinas llegan hasta aquí cruzando a pie el bosque -algunos tienen hasta dos días de marcha, llegando del Senegal, que para ellos es como si no existiera esta frontera, de hecho, antes no existia- y batirse cuerpo a cuerpo en el campo de batalla.
Antes, estos tipos de guerra eran en serio, ahora, aunque se mantiene la tradición cambia el motivo y no hay derramamiento de sangre.
Poco a poco van acercandose a la clariana del campo de batalla cantos y más tambores, todos diferentes, desde todos los vientos. De repente, de dentro del espeso bosque aparecen un centenar de personas gritando, aullando, cantando, haciendo acto de presencia. Con los reyes delante entran en el terreno los guerreros visitantes, pintados con sus símbolos, vestidos con sus ropajes del clan, corriendo amenazantes, blandiendo las lanzas y machetes intimidando a los otros guerreros con amuletos y sonajeros.
Los más temidos, los de Cap Roxo, feroces leones, fuertes helefantes, que un día al año, dentro de sus dominios, cazan a un ser humano y lo ofrecen en sacrificio.
Una vez han llegado las gentes de todas las aldeas -un millar de almas- y los reyes han intercambiado los saludos rituales, los guerreros se internan de nuevo en el bosque para rezar y prepararse, antes de salir, esta vez, para luchar.
El ganador de cada lucha tiene derecho a ir a casa del derrotado y llevarse una cabra, o gallinas, o una vaca incluso, dependiendo de la categoria. Las peleas duran toda la tarde hasta la noche, cuando dejan paso a la fiesta y al descontrol, también tradicional.
El sol empieza a caer, yo no tengo luz, las cobras y las minas antipersona tampoco, así que será mejor que me vaya. Abandono el terreno de lucha y me monto de nuevo en el biciclo, llegando a casa pasada una hora, altamente cansado e infinitamente feliz.
Al llegar a casa las mujeres estan terminando la cena.
- Que es esto que huele a carne? - Estoy muy ambriento, con la emoción me he olvidado de comer durante todo el día. La carne es un bien muy preciado y bastante escaso, debido al precio, así que pregunto a las mujeres.
-Que celebramos hoy que cocinais carne? - Una de las mujeres levanta la cabeza y contenta me responde.
- Los niños han salido de caza hoy! Has comido nunca rata asada y cocido de mono?
En fin.
Buen provecho!
Fue un dia soleado y caluroso, como siempre.
Cuando acabé la partida de damas y la última ronda de té me subí a una bicicleta prestada, bueno, lo que antes debia de haber sido una bicicleta, y me pongo en marcha con la intención de llegar a una aldea más pequeña, a unos cuatro kilómetros cruzando un espeso y bonito mato.
Una aldea de difícil acceso habitada por Djolas cristianos, o que es lo mismo, Felupes animistas; puede que la etnia más popular del noroeste del país, pero en el conjunto nacional una minoria comparado con los Balanta -mayoritarios y cristianos-, Pepel -cristianos-, Mandingas -musulmanes-, Mandjacos, Mansonkas, Peul -o Fulas-, etc. Diria, por lo que he ido viendo, que las etnias denominadas cristianas son, en realidad, de tendencia animista, la religión tradicional africana.
El recorrido es precioso, un bosque tropical muy frondoso, con hermosas palmeras cocoteras, los últimos baobabs majestuosos que aquí empiezan a hechar hojas, lo fromagers de raices gaudianas, lagartos gigantescos y camaleones multicolores, pajaros del trópico, serpientes tan bonitas como venenosas,...
Todo silencio y soledad, solo los chirridos de mis pedaleos señalan mi presencia a los macacos que desde las copas se sorprenden al ver un humano blanco y sudado haciendo malabares por no salirse del estrecho camino y pisar una mina antipersona, recuerdo de la guerra contra los rebeldes de la Casamance del año 2006.
Para no perderme sigo el sonido de tambores que vienen de las profundidades del bosque y que deduzco que provienen de la aldea en donde quiero llegar. En estas aldeas isoladas de paises sin electricidad ni cobertura celular los tambores se usan para comunicarse con las aldeas vecinas.
Son troncos huecos, de un metro de diámetro y unos tres o cuatro de largo con una piel de vaca o cordero atada en un extremo por fibras de hoja de palmera seca. Con un sonido muy grave para llegar a mayor distáncia.
Según el ritmo señalan a los vecinos, lejanos hasta más de cinco kilómetros, defunción, reunión, fiesta, ceremónia, incendio, etc.
Tum-tutum-tum..
A medida que me voy hacercando empiezo a distinguir el repicar de los tambores más pequeños.
A ritmo ternário y a esta velocidad solo puede significar una cosa, fiesta o ceremónia!!!
Me hacerco más y oigo como maracas -que suelen ser grandes frutos secos con semillas en su interior que dringan acompañando los o las bailarinas-, también oigo las voces agudas de las mujeres que al unísono responden a la grave de los hombres.
Amigos y amigas viajeros, te puede gustar la música africana, puedes haber visto decenas de documentales y te puedes emocionar.
Pero sólo cuando, y por obra del destino, llegas a una pequeña aldea perdida de algun confín africano y te encuentras con una veintena de guerreros jóvenes, con torso firme y desnudo, pintados, rodeados de las mujeres de la aldea, todos abilladas según la tradición, formando un rondo y bailando en formación alrededor del árbol sagrado donde se hacen los sacrificios a los espiritus de los antepasados, cantando melodias que te erizan la piel al ritmo esquizofrénico de múltiples tambores. Entonces, sonries a la Felicidad y bailas con la Libertad la danza de la Vida.
Unas sensaciones y vivencias que no dependen del dinero, más bien al contrario, y que estan sólo al alcance de quién lo quiere vivir.
Todos concentrados, esto no es broma, no es un concierto, no es arte efímero, es una ceremónia que se lleva haciendo desde hace centenares de generaciones y de la misma manera, con el mismo fin, bajo la mirada atenta de los ancianos y ancianas que la presiden.
Todo rezuma tradición, respeto, los ritmos y los cánticos salen de dentro, no són artistas que los tocan, son espíritus, es el uno con el todo. Todas las células forman un mismo espiritu, los que aquí nos encontramos estamos unidos en acto sagrado, nadie piensa, solo se baila, se canta y se tocan tambores, para dar coraje a nuestros guerreros que se van a enfrentar con sus lanzas i cuchillos a los enemigos de otra etnia o poblado.
Y aquí estoy yo, como una luciérnaga en medio de la noche cerrada, rodeado de niños y miradas curiosas, tanto o más curiosas cómo la mia hacia ellos.
Lo primero que hice al llegar fue ir al encuentro de un amigo de Alfu que se haria responsable de mí, y que por otra parte sería mi carta de invitación para asistir a un acto no apto para todo el mundo.
Esta ceremonia en cuestión es una jornada de lucha tradicional. Donde los reyes y sus guerreros de aldeas felupis vecinas llegan hasta aquí cruzando a pie el bosque -algunos tienen hasta dos días de marcha, llegando del Senegal, que para ellos es como si no existiera esta frontera, de hecho, antes no existia- y batirse cuerpo a cuerpo en el campo de batalla.
Antes, estos tipos de guerra eran en serio, ahora, aunque se mantiene la tradición cambia el motivo y no hay derramamiento de sangre.
Poco a poco van acercandose a la clariana del campo de batalla cantos y más tambores, todos diferentes, desde todos los vientos. De repente, de dentro del espeso bosque aparecen un centenar de personas gritando, aullando, cantando, haciendo acto de presencia. Con los reyes delante entran en el terreno los guerreros visitantes, pintados con sus símbolos, vestidos con sus ropajes del clan, corriendo amenazantes, blandiendo las lanzas y machetes intimidando a los otros guerreros con amuletos y sonajeros.
Los más temidos, los de Cap Roxo, feroces leones, fuertes helefantes, que un día al año, dentro de sus dominios, cazan a un ser humano y lo ofrecen en sacrificio.
Una vez han llegado las gentes de todas las aldeas -un millar de almas- y los reyes han intercambiado los saludos rituales, los guerreros se internan de nuevo en el bosque para rezar y prepararse, antes de salir, esta vez, para luchar.
El ganador de cada lucha tiene derecho a ir a casa del derrotado y llevarse una cabra, o gallinas, o una vaca incluso, dependiendo de la categoria. Las peleas duran toda la tarde hasta la noche, cuando dejan paso a la fiesta y al descontrol, también tradicional.
El sol empieza a caer, yo no tengo luz, las cobras y las minas antipersona tampoco, así que será mejor que me vaya. Abandono el terreno de lucha y me monto de nuevo en el biciclo, llegando a casa pasada una hora, altamente cansado e infinitamente feliz.
Al llegar a casa las mujeres estan terminando la cena.
- Que es esto que huele a carne? - Estoy muy ambriento, con la emoción me he olvidado de comer durante todo el día. La carne es un bien muy preciado y bastante escaso, debido al precio, así que pregunto a las mujeres.
-Que celebramos hoy que cocinais carne? - Una de las mujeres levanta la cabeza y contenta me responde.
- Los niños han salido de caza hoy! Has comido nunca rata asada y cocido de mono?
En fin.
Buen provecho!
Karriá y las islas de los Kamabe
10/07/2013
Me marcho de Varela sin ganas de irme, con ánimos de volver y paso unos días en Sao Domingos donde me alojo en la sede de una ONG portuguesa que hace un gran trabajo por toda la región.
Después de la fiesta del 11 de Mayo dedicada a Bob Marley, celebrada en la mayoria de países del África occidental, salgo rumbo a Bissau, capital de este pequeño país, donde Ilda y Rodolfo me abren amablemente las puertas de su casa como si de un pariente hechado de menos se tratara. Ella es Mansonka (étnia cristiana), y él, Pepeshe (cristiano también).
Qué decir de Bissau, más que una ciudad parece que sean muchas aldeas juntas dónde sólo alguna artéria principal tiene asfalto, el resto son pistas solo aptas para 4x4 y coches africanos.
Una ciudad con cuatro edificios contados y el resto son casas "africanas", donde la urbanización se ha dejado en manos del destino.
Parece que las casas hayan caído del cielo, unas puertas miran al norte, otras al oeste, si el destino ha dejado un espacio entre las casas y patios por donde puede pasar una persona, se convierte en un pasaje; si el espacio es para una moto o dos personas, una callejuela; y si el espacio es de la anchura de un coche, entonces se le llama calle.
Sólo hay una avenida, la principal, donde se celebran las ruas del famoso carnaval pseudo-brasileño, con un bonito desfile donde cada etnia (unas 30) de cada región muestra sus danzas y vestimentas tradicionales. El proyecto de esta nueva avenida presentado a la Unión Europea para ser financiada contaba con cuatro carriles por sentido, en verdad, cuando el gobierno sacalatas recibió el dinero decidieron que los cuatro carriles eran demasiados, así como las aceras y la iluminación pública, y la cosa a quedado en dos carriles y una mediana en el centro donde se arremolinan las vendedoras (mujeres, niñas y niños) aprovechando los terroríficos atascos diarios para mostrarte su surtido de bollos, agua, productos chinos, carne y un largo y curioso etcétera de mercancia barata. El resto del dinero sobrante....bueno....esto es ya otra história.
La corriente eléctrica es escasa, con suerte puede que llegue un día de cada cinco y a unas horas que tampoco haría falta, por ejemplo, de medianoche a seis de la mañana. De noche, cuando estas sentado en el patio de casa soportando la bochornosa falta de brisa y llega la luz, es fácil darse cuenta, la noche tranquila y oscura se ve interrumpida por miles de gritos y aplausos que llegan de cada barrio de la ciudad, los niños y mujeres empiezan a gritar Lus vin, lus vin!! y te quedas sólo al instante, todo el mundo deja de hacer lo que estaba haciendo, en general, nada, y corre hacia adentro la casa a prender luces, cargar los teléfonos y encender la preciada televisión para poner algún filme de série D japonés, subtitulado al checheno.
Te das cuenta entonces de estas pequeñas/grandes cosas que uno tiene en su casa y no le prestas la mínima atención, como puede ser el agua corriente o la corriente eléctrica.
Y porqué no hay corriente? Pues la electricidad, como en todos los países visitados hasta la fecha excepto Marruecos, esta producida por grandes generadores, a base de cantidades ingentes de caríssimo gasoil. Una barbaridad!
Este gasoil, que seguramente es derivado del petróleo de sus própios países pero refinado por otros a falta de medios y escrúpulos, y a la vez, financiado por Europa, es robado por los responsables y ministros en cuestión y revendido a litros en el mercado negro. Lo que hace que el gasoil llegue mermado a la central eléctrica y se tenga que esperar al siguiente envio cuando este se ha acabado.
Días tranquilos en esta ciudad que cada día que va pasando la encuentras más acogedora, con alguna fiesta memorable (deporte nacional por excelencia). Aunque los primeros días he de confesar que tenia miedo de ir sólo, sobretodo de día. Debido a la amenaza y aparición del Tio Sam para prender al Jefe de Estado Mayor y sus secuaces involucrados en el tráfico internacional de drogas ilegales, los militares padecen de una psicósis tremenda y todo blanco solitario no perteneciente a alguna ONG o organismo internacional (básicamente el sustento del país) puede ser interpelado, arrestado o alguna cosa peor.
Os voy a esbozar como los americanos arrestaron o mejor dicho, secuestraron, al anterior Jefe de las fuerzas armadas, el antecesor del actual perseguido, digno de una peli muda de Chaplin.
Un día entre los días aparece en escena un blanco dignamente vestido que quiere montar una gran empresa en el país. Se cita con ministros y altos cargos militares, entre ellos el protagonista idiota, cerrando un lucrativo trato entre ellos. El blanco regresa a su país con intención de regresar al poco tiempo y ultimar detalles. Regresa con un bonito y costoso yate, anclado en las hermosas islas Bijagos, al límite con aguas internacionales.
Llama a dicho protagonista idiota para mantener una reunión extraoficial y repartir dividendos. Sólo una condición. -Ven sólo.
El protagonista idiota que no debe haber visto demasiadas pelis yankis coje un bote de la armada y se dirije la misma noche al yate llamado Fortune, con el símbolo del dólar haciendole chiribitas en las pupilas. Dentro del barco anclado se encuentra una gran mesa servida con ricos manjares y brebajes para el regocijo del general. Comen y beben hasta saciar. Es la hora del cava, el rico empresario sirve las copas y se levantan para brindar cerrando el trato. El blanco levanta la copa y lleno de orgullo dice: - Queda usted detenido! Y se arrancan los motores rumbo USA, donde el pobre infeliz sige entre rejas.
Al ver esta comedia es normal que políticos y militares analfabetos padezcan crisis nerviosas cuando ven a un blanco usmeando por ahí. Después de estos primeros días donde recibí algun que otro insulto y comentario ofensivo por parte de algun militar o policia flipado empecé a moverme tranquilo por la capital, sin más problemas, visitando cada día a diferentes amigos y amigas, viviendo como si me encontrara en mi própia casa. Así pasó casi sin darme cuenta un mes y medio, y decidí que el mes y pico que me quedaba de visado lo emplearía para visitar el archipélago de Bijagos y sus gentes que de tanto habia oído hablar con una mezcla de miedo y admiración por parte de sus compatriotas de tierra firme.
Estas gentes son los Bujugús, una etnia muy cerrada que al ser endémica de las islas no se encuentra con facilidad en el resto del país, son muy reservados a lo que se refiere a su cultura y tradiciones, con muchos secretos y magia que sólo ellos conocen y guardan con recelo. Ni siquiera el resto de guineenses sabe ni la mitad de sus rasgos culturales, como me daría cuenta al volver de allí un mes más tarde.
No sin trabajo encontré una barca sobrecargada de bultos y personas que partia al día siguiente a Bubaque, la isla principal de las 45 existentes.
Antes circulaba un barco que iba a las islas, pero este se averió, la Unión Europea pagó la reparación, pero nadie sabe donde esta este dinero y el barco continua anclado en el puerto. Con las barcas tradicionales de madera, para entendernos, la típica patera o cayuco, siempre acontecen accidentes en alta mar, el último, hace pocos días, murieron en él sesenta personas.
Después de siete horribles pero entretenidas horas de navegación monótona llego a Bubaque de noche y me pongo a buscar la casa donde un amigo de Bissau tiene una habitación alquilada que me deja el tiempo que haga falta.
La buena estrella está conmigo y a la mañana siguiente cuando salgo de la habitación me encuentro en el patio a Pepá, un chico Bujugú. Me impresionó mucho conocerlo, iba vestido con unos pantalones "bombachos" de tela fina y de alegres colores, con los pies descalzos y curtidos, un gorro parecido al de papa noel a conjunto con los pantalones y con el torso desnudo, mostrando las escarificaciones y llagas que lleva en el pecho, grabadas a cuchillo, con un bonito diseño formando lineas y senefas varias. A su lado apoyado en la pared un palo, en cuya parte superior estaba esculpido a mano una cara, de hecho, una máscara africana, como iria aprendiendo de a poco, su tótem, su doble Yo. Antes de empezar a comer y/o beber le daba un poquito primero a él (a la máscara esculpida), hablandole en susurros y de espaldas al resto, pidiendole consejos, o perdón.
En el suelo habia una especie de zurrón de mimbre, hecho con sus manos, tapado con un rudientario pero efectivo sistema de lianas trenzadas.
El nombre Pepá no es su nombre real, es el nombre que le pusieron durante la ceremonia del "Fanadu" de la cual acababa de salir hacia un mes.
Para los Bujugús, como para la mayoria de etnias africanas que guardan sus ritos y tradiciones, para dejar de ser un niño y pasar a ser un hombre, es imprescindible hacer dicha ceremonia. En el caso de los Bujugús los chicos (sin edad específica, pueden tener 5 o 60 años, y tambien lo pueden o deben hacer las chicas, pero separadas) deben entrar en el espeso bosque o "mato" donde permanecerán dentro tres meses, sin salir y sin contacto externo, solo con algún viejo encargado de educarlos y enseñarles la mágia y secretos própios de su condición.
"No es nada fácil, es muy duro, puedes incluso morir a causa de la mágia! Cuando yo estuve alli se murió un amigo, los espiritus se enfadaron con él."
Cuando han superado las duras pruebas en el bosque y adquirido lo necesario para vivir y comportarse como un hombre de bien salen bajo el nombre de Kamabe, durante los más o menos tres meses siguientes deberán continuar la ceremonia, pero esta vez, en sociedad.
Estuvimos desayunando juntos, charlando animadamente. Pepá me explicaba estas y otras muchas cosas, y yo también le contaba que nosotros somos considerados adultos invariablemente a los 18 años, nuestra mágia es sacarse el carnet de conducir, poder ir a prisión, tener el gran honor de votar, y otra clase de ritos mágicos, al menos, desde su punto de vista.
Enseguida hicimos amistad y durante el mes y medio siguiente no nos separariamos demasiado.
Me presentó a sus otros amigos, que como él, también eran Kamabes, estaban, Uramiá, Uringá, Iramiá y el que actuaba como supervisor, otro Iramiá. Después de conocernos compartiendo unos litros de vinho de cadjú tomaron la deliberación, se acercó el cabecilla del grupo y solemnemente me dijo que me aceptaban en su grupo!!!!!!
Eso si, me hicieron hacer el juramento que algunas cosas de las que veria de ahora en adelante, y si ellos me lo indicaban, no lo podría explicar jamás a nadie, muchas de las cosas aprendidas se deberian quedar en la isla. Si rompo el juramento seguramente moriré misteriosamente.
Los Kamabe son llamados los hombres sin destino, cada día cuando sale el sol se levantan de donde estén, deben dormir en el suelo, no pueden hacer planes, deben dejar sus trabajos, mujeres e hijos, el supervisor es el que decide la direcció a tomar, y se hechan a andar, descalzos, con sus brazaletes, palo, macuto, gorro, etc., lo que acontecerá...nadie lo sabe.
Por la mañana nos encontrabamos, más por casualidad que por conveniencia, y andabamos. Los pequeños al vernos se hechan a llorar aterrorizados. Los Kamabe son considerados hombres santos hasta que no terminen la ceremonia y deben cumplir una serie de normas y preceptos. Al pasar, mucha gente les llama para que nos acerquemos a sus casas, allí les harán bailar y cantar, a cambio se les dará de beber vinho (no pueden beber agua) y comida (debido a que no trabajan ni pueden disponer de dinero solamente pueden comer aceptando lo que les dan las gente en sus casas). Las canciones que cantan cada uno de ellos son divertidas, y las han compuesto ellos mismos en el bosque, donde hablan de su pasado como niños, de sus antepasados, sus penas y alegrias. Como os podeis imaginar antes del medio día habiamos ingerido gran cantidad de vinho y cada minuto que pasaba nos reiamos más y más, de casa en casa, de aldea en aldea. Cuando caia la noche, ya fuera en medio de la selva, en las playas o donde sea, nos hechabamos a dormir y comiamos lo que cazábamos.
Ellos me enseñaron a descifrar los cantos de los animales que viven en la selva, saber que si este pájaro canta de esta manera es porque en las cercanias hay una serpiente venenosa, o que este olor es de tal insecto cuya picadura no es recomendable, a cazar iguanas y cocinarlas, monos, ratas, camaleones. Supervivencia.
O incluso diria más, más que sobrevivir, a mi me parecia que eso era realmente vivir.
En estos momentos que he pasado son los momentos en que me he sentido más vivo en mi vida.
Los Kamabe tambien son llamados a diferentes aldeas e islas diferentes para asistir a diferentes ceremonias en su condición de hombres sagrados. Y allí también estaba yo.
Se me puso el nombre de Karriá, nombre que significa, el que sirve a los Kamabe, nombre propio que se da en la primera de las tres ceremonias que se debe pasar antes de ser Kamabe.
Andabamos dos días por la selva, sin nada más que nosotros mismos, cruzábamos islas enteras a pie atravesando sus frondosas selvas llenas de vida, y llegábamos a alguna aldea olvidada donde se nos habia convocado para asistir a unas ceremonias que duraban varios días. Al llegar nos presentábamos a los ancianos de la aldea y a los hombres de poder, allí se debatia si el branco mpelelé, o sea, yo, podia asistir y quedarme con ellos. Siempre fui aceptado, eso si, después de largas y tranquilas charlas regadas con vinho o té me hacian repetir el juramento de no explicar parte de las cosas que viera o escuchara.
Ay dios!!! Y ví, oí y aprendí cosas tan fascinantes como horribles, en todo caso hermosas. Participé y asistí en ceremonias que nunca antes han sido grabadas, ni contadas, ni estudiadas por etnólogos, ..., un espectaculo, emocionante, terrible.
Que felicidad tan grande!
Que hermosa que es la vida cuando sientes que la estas aprovechando!
Cuanto lloré en las cálidas noches en las islas, con esos cielos despejados, en alguna aldea remota, con la unica luz de la hoguera central donde las mujeres danzan en circulo tocando tambores y cantando hermosas tonadillas al unísono. Con la única preocupación de agradar a los antepasados, festejar que estamos vívos, y dar gracias a los que nos trajeron a la vida.
Caíamos dormidos en alguna parte, pero el festejo seguía, cuando nos levantavámos, seguían algunas mujeres cantando y tocando, vestidas con minifaldas hechas de fibra del cocotero y con el torso desnudo, tocadas con bonitas trenzas, brazaletes, collares, sonageros, etc.
Así pasó poco más de un mes, tranquilos, sentados en algun lugar imprevisto, hablando de la vida, de mágia, de espiritus buenos y malos, aprendiendo infinidad de cosas y trucos para tener una vida más llevadera, sintiendo que no sabía nada de lo que es la vida. Que aunque muchos se rian de la mágia o de aspectos religiosos o espirituales no nos percatamos que nosotros vivimos en un gran truco de birlibirloque, eso si, tecnológicamente más avanzado.
Los días pasaban deprisa y el visado de tres meses estaba llegando a su fin, así que cada día debatia conmigo mismo el próximo paso a dar, volver a abrir el mapa y decidir la dirección a tomar para salir del país.
Una parte de mi no queria seguir, queria quedarse un tiempo más allí, pero la experiencia me decia que debia continuar. Me decía, que como en otros muchos lugares después del disfrute y la alegria que parece no tener fin, llegarán los momentos bajos, de pensamientos confusos, fantasmas que te ponen grilletes mientras sueñas y que compartiendo el día a día con todos tarde o temprano empezarian los malentendidos y situaciones un tanto desagradables creadas por la confianza.
Y cada día me bajo al puerto a preguntar por doquier si alguien sabe cuando saldrá el próximo cayuco a tierra firme. Acción que puede parecer fácil, pero que en el continente donde el tiempo no se mide con horas, minutos y segundos no es tarea insignificante.
Después de perder la primera embarcación que zarpaba y quedarme otros cuatro días más esperando a la siguiente por fin puse los pies en tierra continental otra vez, de nuevo en Bissau.
Volver a la que consideraba mi casa pasado un mes de estar en las islas fue como despertar de un lindo sueño pero de la manera que uno se despierta después de una pesadilla. Las islas de los Bujugús son un mundo aparte dentro de este país.
Volví a la casa con mis amfitriones que me estaban esperando y estuve la siguiente semana haciendo el visado para el próximo país, de fiesta de despedida, un entierro Balanta, una boda Pepeshe y un aniversario y tomé dirección este cruzando el pequeño país y entrando en las regiones orientales donde predominan los Peuls, musulmanes, y donde empieza el mes de Karem (Ramadán).
Últimos días dentro de este país con una gente que enamora, 100% recomendable, donde el soñador con paciencia y respeto encontrará todo lo que se desea encontrar cuando se pronuncia la palabra Africa. Salgo de Guinea Bissau cuando se cumplen nueve meses de esta aventura africana. Especialmente durante estos tres últimos meses aquí he tenido que superar las pruebas más duras, y no me refiero a situaciones peligrosas o arriesgadas, sino que trata de subir un escalón, otro más, que me ha parecido más alto de lo normal y en donde he divisado desde lejos la delgada línea que nos separa de la locura.
Hubieron días de luchas encarnizadas conmigo mismo, entre mi yo pasado, el presente y el futuro. Por suerte ganó mi yo presente pero mucho me temo que reemprenderemos la discusión en otro momento venidero.
Por un lado, había algún día que me sorprendia a mi mismo soñando despierto en la vuelta a casa y en nuevos proyectos que tengo en mente, por otro me sentía muy atraído con la idea de quedarme en este país. Delante tengo miles de aventuras que no se pueden imaginar hasta que no las vives, pásginas en blanco de mi vida, gentes extraordinarias por conocer, etc.
Con estos tres Goliats me he tenido que enfrentar a la vez.
Esto también es un rasgo diferenciador entre viajero y turista. Al menos si tuviera fecha de regreso, tiempo limitado, recorrido establecido, alguna zanahoria delante de mi hocico que me ayudara a cumplir algun objetivo, una meta. Pero no es así. E aquí lo más dificil de los viajes. No es cuestión de dinero, ni de peligrosidad, ni idiomático, ni de que poner en la mochila, ni de nada en concreto. Sino de conocerse a uno mismo, por lo bueno y lo malo, por los momentos de extremo aburrimiento, por el cansancio mental de nadar siempre a contracorriente, de estar siempre rompiendo moldes e ideas preconcebidas, etc.
No sé donde voy, donde estaré mañana, con qué o quién me encontraré, que acontecerá, donde dormiré, no voy a un cierto lugar a visitar esto o aquello, solo vagabundeo. Estos interrogantes normalmente me llevan a estar con familias durante bastante tiempo, y es genial, claro, pero tambien esto no ayuda al dinamismo. Al principio también debia luchar contra el aburrimiento y la rutina, y es que la vida aquí es así, no está internet ni televisión para matar horas impunemente, estás tu.
Pero de hecho esto es la pureza del viaje. Es la máxima expresión, lo que da el auténtico significado a la pervertida palabra libertad o a la pobremente usada expresión vivir la vida.
Cuando lo pienso me da vértigo, siento respeto, pero me hace sentir vivo, libre, dueño de mi mismo y de mi vida, girando con el mundo a la misma velocidad, fuera de este teatro de títeres llamado sociedad donde el que más contrario se predica más dentro está.
No es narcisismo ni egoismo, es todo lo contrario.
Aprendes a amar lo infinitesimal, de donde se deriva todo, sin mascaras ni disfraces estereotipados.
Amor.
Para amar a la vida tienes que amarte a ti mismo.
Si no te amas a ti mismo no amarás a los demás.
Es el ser humano quién deberia formar la sociedad, pero en los tiempos que corren este ente ha cobrado vida própia y es el que crea al ser humano.
Porqué esto?
Porqué lo otro?
Qué está bien?
Porqué está mal?
...
La voz del chófer que conduce la especie de vehiculo me hace salir del ensimismamiento. Hacer kilómetros mirando por la ventanilla abierta como va pasando el sublime paisaje y las pequeñas aldeas sacadas de miles de sueños me producen el mismo efecto que el fuego en los Pirineos o las olas del mar de la Costa Brava. Es donde salen los Desvarios Varios.
Al parecer hemos llegado a la frontera.
Me calzo la mochila, doy las gracias al chofér-mecánico-remendón y ando dirección a la cuerda que separa Guinea Bissau de Guinea, bajo la mirada atenta y sorprendida de los presentes.
Pensando en que desde las 5h de la mañana no como ni bebo nada a causa del ramadán y ya es tarde avanzada y muy calurosa, carraspeo la garganta y empiezo a ensayar mentalmente las bromas y comentarios (ahora se termina el portugués y tengo que volver al francés y al fulani) que me ayudaran a evitar el pago de tasas, impuestos y regalos extraoficiales que nos van a pedir sistemáticamente los militares.
Seguido van los que intentaran pillarme con el viejo truco de: Oh! Tubago! En tu pasaporte pone que hoy es el último día de estancia en mi país, así que deberias haber salido de él ayer! - mientras sonrien maliciosamente mirando de imponerse con su malograda autoridad. Que si el mes tiene 30 días habiles o 31, etc, etc. Gendarmes, los agentes de aduanas y por último los agentes de inmigración.
Adiós Guinea Bissau.
Hola Guinea.
Me siento en un tronco con demás hombres, aquí nos quedaremos charlando y puede que a dormir, dependiendo de si aparece algun vehiculo hoy o mañana.
Me marcho de Varela sin ganas de irme, con ánimos de volver y paso unos días en Sao Domingos donde me alojo en la sede de una ONG portuguesa que hace un gran trabajo por toda la región.
Después de la fiesta del 11 de Mayo dedicada a Bob Marley, celebrada en la mayoria de países del África occidental, salgo rumbo a Bissau, capital de este pequeño país, donde Ilda y Rodolfo me abren amablemente las puertas de su casa como si de un pariente hechado de menos se tratara. Ella es Mansonka (étnia cristiana), y él, Pepeshe (cristiano también).
Qué decir de Bissau, más que una ciudad parece que sean muchas aldeas juntas dónde sólo alguna artéria principal tiene asfalto, el resto son pistas solo aptas para 4x4 y coches africanos.
Una ciudad con cuatro edificios contados y el resto son casas "africanas", donde la urbanización se ha dejado en manos del destino.
Parece que las casas hayan caído del cielo, unas puertas miran al norte, otras al oeste, si el destino ha dejado un espacio entre las casas y patios por donde puede pasar una persona, se convierte en un pasaje; si el espacio es para una moto o dos personas, una callejuela; y si el espacio es de la anchura de un coche, entonces se le llama calle.
Sólo hay una avenida, la principal, donde se celebran las ruas del famoso carnaval pseudo-brasileño, con un bonito desfile donde cada etnia (unas 30) de cada región muestra sus danzas y vestimentas tradicionales. El proyecto de esta nueva avenida presentado a la Unión Europea para ser financiada contaba con cuatro carriles por sentido, en verdad, cuando el gobierno sacalatas recibió el dinero decidieron que los cuatro carriles eran demasiados, así como las aceras y la iluminación pública, y la cosa a quedado en dos carriles y una mediana en el centro donde se arremolinan las vendedoras (mujeres, niñas y niños) aprovechando los terroríficos atascos diarios para mostrarte su surtido de bollos, agua, productos chinos, carne y un largo y curioso etcétera de mercancia barata. El resto del dinero sobrante....bueno....esto es ya otra história.
La corriente eléctrica es escasa, con suerte puede que llegue un día de cada cinco y a unas horas que tampoco haría falta, por ejemplo, de medianoche a seis de la mañana. De noche, cuando estas sentado en el patio de casa soportando la bochornosa falta de brisa y llega la luz, es fácil darse cuenta, la noche tranquila y oscura se ve interrumpida por miles de gritos y aplausos que llegan de cada barrio de la ciudad, los niños y mujeres empiezan a gritar Lus vin, lus vin!! y te quedas sólo al instante, todo el mundo deja de hacer lo que estaba haciendo, en general, nada, y corre hacia adentro la casa a prender luces, cargar los teléfonos y encender la preciada televisión para poner algún filme de série D japonés, subtitulado al checheno.
Te das cuenta entonces de estas pequeñas/grandes cosas que uno tiene en su casa y no le prestas la mínima atención, como puede ser el agua corriente o la corriente eléctrica.
Y porqué no hay corriente? Pues la electricidad, como en todos los países visitados hasta la fecha excepto Marruecos, esta producida por grandes generadores, a base de cantidades ingentes de caríssimo gasoil. Una barbaridad!
Este gasoil, que seguramente es derivado del petróleo de sus própios países pero refinado por otros a falta de medios y escrúpulos, y a la vez, financiado por Europa, es robado por los responsables y ministros en cuestión y revendido a litros en el mercado negro. Lo que hace que el gasoil llegue mermado a la central eléctrica y se tenga que esperar al siguiente envio cuando este se ha acabado.
Días tranquilos en esta ciudad que cada día que va pasando la encuentras más acogedora, con alguna fiesta memorable (deporte nacional por excelencia). Aunque los primeros días he de confesar que tenia miedo de ir sólo, sobretodo de día. Debido a la amenaza y aparición del Tio Sam para prender al Jefe de Estado Mayor y sus secuaces involucrados en el tráfico internacional de drogas ilegales, los militares padecen de una psicósis tremenda y todo blanco solitario no perteneciente a alguna ONG o organismo internacional (básicamente el sustento del país) puede ser interpelado, arrestado o alguna cosa peor.
Os voy a esbozar como los americanos arrestaron o mejor dicho, secuestraron, al anterior Jefe de las fuerzas armadas, el antecesor del actual perseguido, digno de una peli muda de Chaplin.
Un día entre los días aparece en escena un blanco dignamente vestido que quiere montar una gran empresa en el país. Se cita con ministros y altos cargos militares, entre ellos el protagonista idiota, cerrando un lucrativo trato entre ellos. El blanco regresa a su país con intención de regresar al poco tiempo y ultimar detalles. Regresa con un bonito y costoso yate, anclado en las hermosas islas Bijagos, al límite con aguas internacionales.
Llama a dicho protagonista idiota para mantener una reunión extraoficial y repartir dividendos. Sólo una condición. -Ven sólo.
El protagonista idiota que no debe haber visto demasiadas pelis yankis coje un bote de la armada y se dirije la misma noche al yate llamado Fortune, con el símbolo del dólar haciendole chiribitas en las pupilas. Dentro del barco anclado se encuentra una gran mesa servida con ricos manjares y brebajes para el regocijo del general. Comen y beben hasta saciar. Es la hora del cava, el rico empresario sirve las copas y se levantan para brindar cerrando el trato. El blanco levanta la copa y lleno de orgullo dice: - Queda usted detenido! Y se arrancan los motores rumbo USA, donde el pobre infeliz sige entre rejas.
Al ver esta comedia es normal que políticos y militares analfabetos padezcan crisis nerviosas cuando ven a un blanco usmeando por ahí. Después de estos primeros días donde recibí algun que otro insulto y comentario ofensivo por parte de algun militar o policia flipado empecé a moverme tranquilo por la capital, sin más problemas, visitando cada día a diferentes amigos y amigas, viviendo como si me encontrara en mi própia casa. Así pasó casi sin darme cuenta un mes y medio, y decidí que el mes y pico que me quedaba de visado lo emplearía para visitar el archipélago de Bijagos y sus gentes que de tanto habia oído hablar con una mezcla de miedo y admiración por parte de sus compatriotas de tierra firme.
Estas gentes son los Bujugús, una etnia muy cerrada que al ser endémica de las islas no se encuentra con facilidad en el resto del país, son muy reservados a lo que se refiere a su cultura y tradiciones, con muchos secretos y magia que sólo ellos conocen y guardan con recelo. Ni siquiera el resto de guineenses sabe ni la mitad de sus rasgos culturales, como me daría cuenta al volver de allí un mes más tarde.
No sin trabajo encontré una barca sobrecargada de bultos y personas que partia al día siguiente a Bubaque, la isla principal de las 45 existentes.
Antes circulaba un barco que iba a las islas, pero este se averió, la Unión Europea pagó la reparación, pero nadie sabe donde esta este dinero y el barco continua anclado en el puerto. Con las barcas tradicionales de madera, para entendernos, la típica patera o cayuco, siempre acontecen accidentes en alta mar, el último, hace pocos días, murieron en él sesenta personas.
Después de siete horribles pero entretenidas horas de navegación monótona llego a Bubaque de noche y me pongo a buscar la casa donde un amigo de Bissau tiene una habitación alquilada que me deja el tiempo que haga falta.
La buena estrella está conmigo y a la mañana siguiente cuando salgo de la habitación me encuentro en el patio a Pepá, un chico Bujugú. Me impresionó mucho conocerlo, iba vestido con unos pantalones "bombachos" de tela fina y de alegres colores, con los pies descalzos y curtidos, un gorro parecido al de papa noel a conjunto con los pantalones y con el torso desnudo, mostrando las escarificaciones y llagas que lleva en el pecho, grabadas a cuchillo, con un bonito diseño formando lineas y senefas varias. A su lado apoyado en la pared un palo, en cuya parte superior estaba esculpido a mano una cara, de hecho, una máscara africana, como iria aprendiendo de a poco, su tótem, su doble Yo. Antes de empezar a comer y/o beber le daba un poquito primero a él (a la máscara esculpida), hablandole en susurros y de espaldas al resto, pidiendole consejos, o perdón.
En el suelo habia una especie de zurrón de mimbre, hecho con sus manos, tapado con un rudientario pero efectivo sistema de lianas trenzadas.
El nombre Pepá no es su nombre real, es el nombre que le pusieron durante la ceremonia del "Fanadu" de la cual acababa de salir hacia un mes.
Para los Bujugús, como para la mayoria de etnias africanas que guardan sus ritos y tradiciones, para dejar de ser un niño y pasar a ser un hombre, es imprescindible hacer dicha ceremonia. En el caso de los Bujugús los chicos (sin edad específica, pueden tener 5 o 60 años, y tambien lo pueden o deben hacer las chicas, pero separadas) deben entrar en el espeso bosque o "mato" donde permanecerán dentro tres meses, sin salir y sin contacto externo, solo con algún viejo encargado de educarlos y enseñarles la mágia y secretos própios de su condición.
"No es nada fácil, es muy duro, puedes incluso morir a causa de la mágia! Cuando yo estuve alli se murió un amigo, los espiritus se enfadaron con él."
Cuando han superado las duras pruebas en el bosque y adquirido lo necesario para vivir y comportarse como un hombre de bien salen bajo el nombre de Kamabe, durante los más o menos tres meses siguientes deberán continuar la ceremonia, pero esta vez, en sociedad.
Estuvimos desayunando juntos, charlando animadamente. Pepá me explicaba estas y otras muchas cosas, y yo también le contaba que nosotros somos considerados adultos invariablemente a los 18 años, nuestra mágia es sacarse el carnet de conducir, poder ir a prisión, tener el gran honor de votar, y otra clase de ritos mágicos, al menos, desde su punto de vista.
Enseguida hicimos amistad y durante el mes y medio siguiente no nos separariamos demasiado.
Me presentó a sus otros amigos, que como él, también eran Kamabes, estaban, Uramiá, Uringá, Iramiá y el que actuaba como supervisor, otro Iramiá. Después de conocernos compartiendo unos litros de vinho de cadjú tomaron la deliberación, se acercó el cabecilla del grupo y solemnemente me dijo que me aceptaban en su grupo!!!!!!
Eso si, me hicieron hacer el juramento que algunas cosas de las que veria de ahora en adelante, y si ellos me lo indicaban, no lo podría explicar jamás a nadie, muchas de las cosas aprendidas se deberian quedar en la isla. Si rompo el juramento seguramente moriré misteriosamente.
Los Kamabe son llamados los hombres sin destino, cada día cuando sale el sol se levantan de donde estén, deben dormir en el suelo, no pueden hacer planes, deben dejar sus trabajos, mujeres e hijos, el supervisor es el que decide la direcció a tomar, y se hechan a andar, descalzos, con sus brazaletes, palo, macuto, gorro, etc., lo que acontecerá...nadie lo sabe.
Por la mañana nos encontrabamos, más por casualidad que por conveniencia, y andabamos. Los pequeños al vernos se hechan a llorar aterrorizados. Los Kamabe son considerados hombres santos hasta que no terminen la ceremonia y deben cumplir una serie de normas y preceptos. Al pasar, mucha gente les llama para que nos acerquemos a sus casas, allí les harán bailar y cantar, a cambio se les dará de beber vinho (no pueden beber agua) y comida (debido a que no trabajan ni pueden disponer de dinero solamente pueden comer aceptando lo que les dan las gente en sus casas). Las canciones que cantan cada uno de ellos son divertidas, y las han compuesto ellos mismos en el bosque, donde hablan de su pasado como niños, de sus antepasados, sus penas y alegrias. Como os podeis imaginar antes del medio día habiamos ingerido gran cantidad de vinho y cada minuto que pasaba nos reiamos más y más, de casa en casa, de aldea en aldea. Cuando caia la noche, ya fuera en medio de la selva, en las playas o donde sea, nos hechabamos a dormir y comiamos lo que cazábamos.
Ellos me enseñaron a descifrar los cantos de los animales que viven en la selva, saber que si este pájaro canta de esta manera es porque en las cercanias hay una serpiente venenosa, o que este olor es de tal insecto cuya picadura no es recomendable, a cazar iguanas y cocinarlas, monos, ratas, camaleones. Supervivencia.
O incluso diria más, más que sobrevivir, a mi me parecia que eso era realmente vivir.
En estos momentos que he pasado son los momentos en que me he sentido más vivo en mi vida.
Los Kamabe tambien son llamados a diferentes aldeas e islas diferentes para asistir a diferentes ceremonias en su condición de hombres sagrados. Y allí también estaba yo.
Se me puso el nombre de Karriá, nombre que significa, el que sirve a los Kamabe, nombre propio que se da en la primera de las tres ceremonias que se debe pasar antes de ser Kamabe.
Andabamos dos días por la selva, sin nada más que nosotros mismos, cruzábamos islas enteras a pie atravesando sus frondosas selvas llenas de vida, y llegábamos a alguna aldea olvidada donde se nos habia convocado para asistir a unas ceremonias que duraban varios días. Al llegar nos presentábamos a los ancianos de la aldea y a los hombres de poder, allí se debatia si el branco mpelelé, o sea, yo, podia asistir y quedarme con ellos. Siempre fui aceptado, eso si, después de largas y tranquilas charlas regadas con vinho o té me hacian repetir el juramento de no explicar parte de las cosas que viera o escuchara.
Ay dios!!! Y ví, oí y aprendí cosas tan fascinantes como horribles, en todo caso hermosas. Participé y asistí en ceremonias que nunca antes han sido grabadas, ni contadas, ni estudiadas por etnólogos, ..., un espectaculo, emocionante, terrible.
Que felicidad tan grande!
Que hermosa que es la vida cuando sientes que la estas aprovechando!
Cuanto lloré en las cálidas noches en las islas, con esos cielos despejados, en alguna aldea remota, con la unica luz de la hoguera central donde las mujeres danzan en circulo tocando tambores y cantando hermosas tonadillas al unísono. Con la única preocupación de agradar a los antepasados, festejar que estamos vívos, y dar gracias a los que nos trajeron a la vida.
Caíamos dormidos en alguna parte, pero el festejo seguía, cuando nos levantavámos, seguían algunas mujeres cantando y tocando, vestidas con minifaldas hechas de fibra del cocotero y con el torso desnudo, tocadas con bonitas trenzas, brazaletes, collares, sonageros, etc.
Así pasó poco más de un mes, tranquilos, sentados en algun lugar imprevisto, hablando de la vida, de mágia, de espiritus buenos y malos, aprendiendo infinidad de cosas y trucos para tener una vida más llevadera, sintiendo que no sabía nada de lo que es la vida. Que aunque muchos se rian de la mágia o de aspectos religiosos o espirituales no nos percatamos que nosotros vivimos en un gran truco de birlibirloque, eso si, tecnológicamente más avanzado.
Los días pasaban deprisa y el visado de tres meses estaba llegando a su fin, así que cada día debatia conmigo mismo el próximo paso a dar, volver a abrir el mapa y decidir la dirección a tomar para salir del país.
Una parte de mi no queria seguir, queria quedarse un tiempo más allí, pero la experiencia me decia que debia continuar. Me decía, que como en otros muchos lugares después del disfrute y la alegria que parece no tener fin, llegarán los momentos bajos, de pensamientos confusos, fantasmas que te ponen grilletes mientras sueñas y que compartiendo el día a día con todos tarde o temprano empezarian los malentendidos y situaciones un tanto desagradables creadas por la confianza.
Y cada día me bajo al puerto a preguntar por doquier si alguien sabe cuando saldrá el próximo cayuco a tierra firme. Acción que puede parecer fácil, pero que en el continente donde el tiempo no se mide con horas, minutos y segundos no es tarea insignificante.
Después de perder la primera embarcación que zarpaba y quedarme otros cuatro días más esperando a la siguiente por fin puse los pies en tierra continental otra vez, de nuevo en Bissau.
Volver a la que consideraba mi casa pasado un mes de estar en las islas fue como despertar de un lindo sueño pero de la manera que uno se despierta después de una pesadilla. Las islas de los Bujugús son un mundo aparte dentro de este país.
Volví a la casa con mis amfitriones que me estaban esperando y estuve la siguiente semana haciendo el visado para el próximo país, de fiesta de despedida, un entierro Balanta, una boda Pepeshe y un aniversario y tomé dirección este cruzando el pequeño país y entrando en las regiones orientales donde predominan los Peuls, musulmanes, y donde empieza el mes de Karem (Ramadán).
Últimos días dentro de este país con una gente que enamora, 100% recomendable, donde el soñador con paciencia y respeto encontrará todo lo que se desea encontrar cuando se pronuncia la palabra Africa. Salgo de Guinea Bissau cuando se cumplen nueve meses de esta aventura africana. Especialmente durante estos tres últimos meses aquí he tenido que superar las pruebas más duras, y no me refiero a situaciones peligrosas o arriesgadas, sino que trata de subir un escalón, otro más, que me ha parecido más alto de lo normal y en donde he divisado desde lejos la delgada línea que nos separa de la locura.
Hubieron días de luchas encarnizadas conmigo mismo, entre mi yo pasado, el presente y el futuro. Por suerte ganó mi yo presente pero mucho me temo que reemprenderemos la discusión en otro momento venidero.
Por un lado, había algún día que me sorprendia a mi mismo soñando despierto en la vuelta a casa y en nuevos proyectos que tengo en mente, por otro me sentía muy atraído con la idea de quedarme en este país. Delante tengo miles de aventuras que no se pueden imaginar hasta que no las vives, pásginas en blanco de mi vida, gentes extraordinarias por conocer, etc.
Con estos tres Goliats me he tenido que enfrentar a la vez.
Esto también es un rasgo diferenciador entre viajero y turista. Al menos si tuviera fecha de regreso, tiempo limitado, recorrido establecido, alguna zanahoria delante de mi hocico que me ayudara a cumplir algun objetivo, una meta. Pero no es así. E aquí lo más dificil de los viajes. No es cuestión de dinero, ni de peligrosidad, ni idiomático, ni de que poner en la mochila, ni de nada en concreto. Sino de conocerse a uno mismo, por lo bueno y lo malo, por los momentos de extremo aburrimiento, por el cansancio mental de nadar siempre a contracorriente, de estar siempre rompiendo moldes e ideas preconcebidas, etc.
No sé donde voy, donde estaré mañana, con qué o quién me encontraré, que acontecerá, donde dormiré, no voy a un cierto lugar a visitar esto o aquello, solo vagabundeo. Estos interrogantes normalmente me llevan a estar con familias durante bastante tiempo, y es genial, claro, pero tambien esto no ayuda al dinamismo. Al principio también debia luchar contra el aburrimiento y la rutina, y es que la vida aquí es así, no está internet ni televisión para matar horas impunemente, estás tu.
Pero de hecho esto es la pureza del viaje. Es la máxima expresión, lo que da el auténtico significado a la pervertida palabra libertad o a la pobremente usada expresión vivir la vida.
Cuando lo pienso me da vértigo, siento respeto, pero me hace sentir vivo, libre, dueño de mi mismo y de mi vida, girando con el mundo a la misma velocidad, fuera de este teatro de títeres llamado sociedad donde el que más contrario se predica más dentro está.
No es narcisismo ni egoismo, es todo lo contrario.
Aprendes a amar lo infinitesimal, de donde se deriva todo, sin mascaras ni disfraces estereotipados.
Amor.
Para amar a la vida tienes que amarte a ti mismo.
Si no te amas a ti mismo no amarás a los demás.
Es el ser humano quién deberia formar la sociedad, pero en los tiempos que corren este ente ha cobrado vida própia y es el que crea al ser humano.
Porqué esto?
Porqué lo otro?
Qué está bien?
Porqué está mal?
...
La voz del chófer que conduce la especie de vehiculo me hace salir del ensimismamiento. Hacer kilómetros mirando por la ventanilla abierta como va pasando el sublime paisaje y las pequeñas aldeas sacadas de miles de sueños me producen el mismo efecto que el fuego en los Pirineos o las olas del mar de la Costa Brava. Es donde salen los Desvarios Varios.
Al parecer hemos llegado a la frontera.
Me calzo la mochila, doy las gracias al chofér-mecánico-remendón y ando dirección a la cuerda que separa Guinea Bissau de Guinea, bajo la mirada atenta y sorprendida de los presentes.
Pensando en que desde las 5h de la mañana no como ni bebo nada a causa del ramadán y ya es tarde avanzada y muy calurosa, carraspeo la garganta y empiezo a ensayar mentalmente las bromas y comentarios (ahora se termina el portugués y tengo que volver al francés y al fulani) que me ayudaran a evitar el pago de tasas, impuestos y regalos extraoficiales que nos van a pedir sistemáticamente los militares.
Seguido van los que intentaran pillarme con el viejo truco de: Oh! Tubago! En tu pasaporte pone que hoy es el último día de estancia en mi país, así que deberias haber salido de él ayer! - mientras sonrien maliciosamente mirando de imponerse con su malograda autoridad. Que si el mes tiene 30 días habiles o 31, etc, etc. Gendarmes, los agentes de aduanas y por último los agentes de inmigración.
Adiós Guinea Bissau.
Hola Guinea.
Me siento en un tronco con demás hombres, aquí nos quedaremos charlando y puede que a dormir, dependiendo de si aparece algun vehiculo hoy o mañana.